Indumentaria para ritmos urbanos

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Teresa Almeida explora a través de la indumentaria la experiencia del espacio urbano en relación a los sentimientos del usuario. “Yuga” y “Modes for urban moods” son dos de los proyectos de esta diseñadora portuguesa “intrigada por las consecuencias políticas y sociales de unir objetos interactivos con nuestro contexto físico”. Link




"Yuga" es un conjunto de accesorios diseñados para enfrentar el ritmo urbano consistente en dos productos: un cinto y una cartera de mano. Ambos usan el sonido, amplificando el ánimo del usuario en un espacio determinado. El bolso ayuda a controlar los sentimientos de frustración: en la comunicación, en los malos entendidos o por alienación. El cinto es un accesorio portatil que interactúa con el ambiente detectando proximidades y movimientos. Según los datos captados por los accesorios estos crean pequeñas composiciones para advertir a otros sobre su presencia o para reclamar atención interactuando con los alrededores. Yuga también funciona como un traductor espacial y sonoro de la transformación física que eventualmente ocurre cuando se crean nuevas conexiones.



“Leyendo un artículo sobre del cierre del aeropuerto de Heathrow tras el atentado de agosto de 2006, una mujer relataba su situación desesperada y cómo se sentía tirada en el piso con ganas de gritar como un bebé pero puede sin hacerlo debido a las convenciones sociales sobre una mujer mayor. El bolso funciona como un cuerpo externo que “chilla por usted”.
La cartera tiene un sensor inventado y hecho a mano por Luka Frelih, un módulo de grabación y reproducción y un parlante conectados. El cinturón trabaja la misma manera, pero utiliza un sensor diferente. Quise tener todo conectado con hilos y velcro conductivos pero no funcionaban bien y se necesitó de algunos alambres extra”.



"Modes for urban moods" es un conjunto de mecanismos de indumentaria que exploran las relaciones en el espacios públicos y materializan la invisibilidad de las redes sociales. Son expresiones táctiles, espaciales y escultóricas para vestir al cuerpo; transforman el espacio real en una situación animada, rompen el tiempo.



“Son respuestas bizarras y excentricas a situaciones que identifican y critican la existencia de condiciones ausentes. Transforman los significados, las sensaciones y la dinámica. Introducen lo surreal en situaciones reales. Interactúan con las fronteras sociales materializando lo que no se ve. Humanizan la tecnologías que incorporamos en nuestras vidas. Exploran las estructuras dinámicas ideadas para el cuerpo en el uso del espacio público. ¿Cómo puede un accesorio que muta reflejar una experiencia en el espacio urbano? ¿Puede ser un instrumento emocional, un remedio a enfermedades urbanas tales como el stress o la ansiedad? ¿Puede comunicar efectivamente los ánimos?”



+ web de Teresa Almeida
+ entrevista en wmmna
+ video de Modes for urban moods

4 comentarios:

Carla DAGNINO dijo...

Es increible como ya estamos avanzando tanto, que no nos alcanza con mostrar lo real,con representar lo que ya está representado, sino que tenemos la necesidad tambien de irnos por lo superficial, y llevarlo al plano fisico. Me parece otra forma libre de expresarnos, y contarles a la sociedad por lo que estamos atravesando, y lo que esta pasando por dentro de cada uno.

D dijo...

Es una manifestacion interesante, bien representavtiva de lo que ocurre en estos modos de relacion hipermodernos signados por la indiferencia y la desidia. Tener un elemento que grite por nosotros es al menos la resolucion de una cara del problema, ahora habria que hacer otro dispositivo para que, el que lo oye, le importe..
Desde el diseño, con su estetica trashera y bizarra, por un lado es super ruidoso en el contexto de una urbe,y por el otro le da levedad con un tinte comico y burlesco.

M.V dijo...

Me gusta el avance en general pero tambien es bueno verlo reflejado para modificar actitudes sociales ,enfermadades modernas, la invisibilidad en la gente y la solededad con la que nos atravesamos todos los dias.

Anónimo dijo...

Estamos frente a dos ejemplos de cómo el diseño y la tecnología se complementan y funcionan como expresiones, no solo de aquel que lo diseña sino también de aquel que los hace propios. Sin embargo creo ver en estas dos colecciones una diferencia importante, que a mi criterio va mas allá del concepto que las guía y se relaciona mas con el uso que se le da a los mismos. Son las preguntas que se plantean al final del artículo las que surgen también en mí al leerlo.
Más alla de la innovación tecnológica que suponen, y, en una era en la que ninguno de estos avances parecen ya sorprender, ya que hoy avanzamos de manera tan veloz y constante que parecemos no notarlo. Frente a esto: ¿ Puede un cinturón o una cartera hablar por nosotros, expresar a través de un sensor nuestra frustración , o nuestra sensación de encierro?
Creo no solo que no es posible sino que este “chillido” del que habla el artículo suma más ruido al ya existente y que esta nueva tecnología aplicada no resolvería la necesidad de una mejor comunicación sino q al contrario complejiza aún más el entorno. Tampoco creo que las convenciones sociales cambien de tal manera que las personas se extrañen menos al ver una cartera emitiendo un “chillido” que al ver a una señora mayor gritando en un aeropuerto.
A diferencia de Yugo creo que “Modes for urban moods” es una vía de expresión de estas “redes sociales invisibles” que explota de la mejor manera el diseño como medio para comunicar mensajes ausentes que representen nuestras sensaciones frente a esa complejidad post modernista. Estamos inmersos en la inconmensurable carga visual y sonora que nos presentan las grandes ciudades, que a veces nos obligan a taparnos los oídos y bajar la mirada, Siento que “modes for urban moods” hace ver a la urbe en movimiento como nuestro vestuario grita por nosotros sin necesidad de luces de neón o parlantes.


Cecilia Mendez. Diseño IV martes TT